La cultura virtual y la cultura del espectáculo

¿Qué es cultura virtual, qué es cultura del espectáculo? ¿Cómo interviene la tecnología comunicacional? ¿Cuáles son los roles que el periodismo desempeña respecto a la información?

Antes, del incontenible y vertiginoso mundo audiovisual en que vivimos, que conquista cada vez más espacios de nuestra existencia social, cultural y personal, en donde las representaciones visuales comunican y transportan al espectador a un universo propio; se reconocía como virtuales a aquellas imágenes producidas en nuestra cabeza que podían, o no, representar el mundo conocido y que devenían en fantasía cuando se apartaban de la realidad, las únicas formas a través de las que se mostraban eran las artes; de ahí que era sencillo distinguir entre lo real y lo virtual.

Esta virtualidad fue colocada en las nuevas tecnologías de comunicación, haciendo que lo antes solo imaginado ahora también se presente frente a nuestros ojos. Así lo irreal empezó a convivir con nosotros y apoyadas en estas también se hicieron visibles todas aquellas actividades que antes eran privadas o restringidas: el sexo, la violencia, la muerte, los comportamientos humanos de toda clase, y otros fenómenos que el ojo humano no había alcanzado a ver: el brotar de una flor, la formación del rocío, el desarrollo del feto, la vida submarina, etc.

Según Alejandro Piscitelli, la cultura virtual “tiene como ejes constitutivos la simulación, la interactividad y la virtualidad”. Los usuarios de estos mundos virtuales tienen la oportunidad de ser lo que se pretende ser, se crean las condiciones virtuales de lo que en realidad se desea, se puede representar las condiciones ideales de lo que no se obtiene en el mundo físico, la simulación. Pueden experimentar con el género o el no género, se puede habitar en el paraíso y se puede modificar el escenario a su antojo, representa el espacio de práctica que permite mejorar las relaciones humanas, es un pre-mundo en el que se puede echar a perder, rectificar o entrenarse para mejorar la realidad física, la interactividad. También puede ser un espacio tan atractivo y lúdico que represente algo más atrayente que la propia realidad, la noción de mundos paralelos o de realidades paralelas hace que en la actualidad se le dedique parte del tiempo disponible a habitar en los mundos virtuales.

Esta virtualidad hizo que cada día exijamos mayor calidad de imagen en deterioro de la calidad del contenido, nos convertimos en una sociedad del espectáculo, en la que según Gubern “aquello que se ve existe y cuánto más se ve más existe y más importante es”. Generamos una cultura del espectáculo que demanda cada vez mayor exposición de la realidad o de sus representaciones; no importa tanto si es verdadero, lo primordial es que las imágenes certifiquen la realidad atractiva e instantánea.

El receptor de la información tiene libertad para elegir los medios de comunicación, por lo que los periodistas someten a un proceso de análisis la información antes de ser difundida, se trata diferente a la información desde la prensa escrita, la radio, la televisión y los medios digitales, quizá por encontrarnos en la era de la noticia express, en donde predomina la instantaneidad con el consiguiente riesgo de faltar a la verdad o conseguir un relevante impacto visual en la audiencia del medio.

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